Comentario
La proliferación del equipamiento molinar, la sustitución del arado de reja de madera por el de hierro y vertedera, con la multiplicación de rejas arrastradas por los nuevos sistemas de sujeción de yuntas y collerones, o la implantación progresiva del sistema de rotación trienal para aprovechar los cereales de verano, los de invierno y el barbecho -utilizado este último por el ganado, también en crecimiento- se han manejado como las manifestaciones más genuinas del progreso técnico de los siglos XI al XIII.
Ninguno de estos "inventos" era desconocido anteriormente, ni el molino hidráulico, ni la carruca o arado múltiple, ni la división trifacial de la tierra en explotación; sin embargo, a partir del año 1000 se difundieron como nunca lo habían hecho en Occidente, el Norte y el Sur. Aún así, los contrastes entre el norte germánico y el sur romanizado se mantuvieron, y acaso la guadaña sea un elemento identificador de ambos, como símbolo de la extensión de la concurrencia de la economía pastoril germánica con el cultivo de cereales propio del Mediterráneo -como resume L. White Jr.-; economía pastoril del norte que desde mucho antes del siglo XI "había elaborado un sistema agrario que producía más carne, más productos lácteos, cueros y lanas y que, a su vez, incrementaba las cosechas de cereales".
En el siglo XII llegaron a coincidir algunos de los nuevos sistemas con la evolución desarrollada de los antiguos. El arado múltiple, los campos abiertos, la integración de la agricultura con la ganadería, la rotación de los cultivos en tres áreas distintas, los arneses, las herraduras de clavos o el balancín, que permitió la construcción de grandes carros para el uso de los campesinos (entre otros), las llamadas "longae carretae", se combinaron en las nuevas explotaciones agrícolas desde el norte al sur, provocando una revolución técnica sin comparación con cualquier otro momento de la época medieval. La mecanización de las forjas, batanes, sierras y telares representa el punto más alto del desarrollo tecnológico, pero los nuevos sistemas señalados incidieron mucho más en el medio campesino y sirvieron para mejorar la producción, ampliar los cultivos y aclimatar al clima continental algunos productos venidos con los musulmanes del Oriente próximo o lejano; aunque muchos de estos nuevos recursos pronto fueron monopolio señorial, explotados en beneficio de los poderosos que vieron en ellos una rentabilidad y un medio de dominación, sobre todo el molino harinero.